viernes, 26 de marzo de 2010

¿A qué nos puede ayudar la música?

La herramienta sonora más poderosa según muchos terapeutas del sonido es el canto de armónicos. A través de nuestras propias voces, podemos proyectar a la parte enferma la frecuencia de resonancia correcta, y devolver su frecuencia normal. Según Jonh Beaulieu, la entonación de armónicos afecta incluso al flujo de la kundalini de las tradiciones místicas. Tema muy relacionado con los mantrams tibetanos realizados para limpiar los chakras y despertar su energía para alcanzar la iluminación.
Aquí os dejo una lista de obras clásicas y su virtud por si os interesa:

Insomnio:
Nocturnos de Chopin (op. 9 n.º 3; op. 15 n.º 22; op. 32 n.º 1; op. 62 n.º 1)
Preludio para la siesta de un Fauno de Debussy
Canon en Re de Pachelbel



Hipertensión:
Las cuatro estaciones de Vivaldi
Serenata nº13 en Sol Mayor de Mozart



Depresión:
Concierto para piano nº5 de Rachmaninov
Música acuática de Haendel
Concierto para violín de Beethoven
Sinfonía nº8 de Dvorak


Ansiedad:
Concierto de Aranjuez de Rodrigo
Las cuatro estaciones de Vivaldi
La sinfonía Linz, k425 de Mozart


Dolor de Cabeza:
Sueño de Amor de Listz Serenata de Schubert


Dolor de estómago:
Música para la Mesa de Telemann
Concierto de Arpa de Haendel
Concierto de oboe de Vivaldi



Energéticas:
La suite Karalia de Sibelius Serenata de Cuerdas (op. 48) de Tschaikowsky
Obertura de Guillermo Tell de Rossini

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